Y llegó el Viernes Santo, viernes nazareno por excelencia. Un viernes del año 2020 señalado por una pandemia que impide celebrar físicamente los actos de la Congregación, pero que no evita que, como comunidad cristiana, nos unamos en oración y comunión a través de estos medios que se proporcionan.
Hoy toda la Iglesia Católica se une en penitencia, abstinencia y ayuno para conmemorar la pasión del Señor. Entre las actividades de este día están el Vía Crucis, el Sermón de las Siete Palabras del Señor Jesús en la Cruz; las procesiones con la imagen de Cristo y de su Madre Dolorosa, entre otros.
El sentido del viernes santo es tan hondo y esta tan profundizado en nuestra Congregación de Jesús Nazareno y del Santo entierro que poco podemos añadir. Ser nazareno es, en definitiva, ser expresión de lo que significa el Viernes Santo: cargar la cruz y acompañar al Señor
La oración del via crucis y la liturgia del día con sus cuatro partes (liturgia de la Palabra con la proclamación de la Pasión, Plegaria universal, Adoración de la cruz y Comunión) son los ejes sobre los que gira este día.
Se completa con actos de piedad como la procesión, buscando todo ello atraer la atención sobre el misterio del día: la cruz.
Y añadimos nuestra oración en este día por quienes sufren en tiempo de epidemia.
Oremos también por todos los que sufren las consecuencias de la epidemia actual: para que Dios Padre conceda la salud a los enfermos, fortaleza al personal sanitario, consuelo a las familias y la salvación a todas las víctimas que han muerto.
Dios todopoderoso y eterno, singular protector de la enfermedad humana, mira compasivo la aflicción de tus hijos que padecen esta epidemia; alivia el dolor de los enfermos, da fuerza a quienes los cuidan, acoge en tu paz a los que han muerto y, mientras dura esta tribulación, haz que todos puedan encontrar alivio en tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En este día tan importante para la Congregación te invitamos a tener presentes los versos en tributo a Jesús Nazareno
También Miguel de Unamuno versó sobre la imagen del Nazareno:
Finalmente meditamos con un poema escrito por José María Guervós Hoyos, dedicado a la Mirada del Nazareno, esa mirada que tanto cautiva: