Y llegó el Viernes Santo, viernes nazareno por excelencia. Un viernes del año 2020 señalado por una pandemia que impide celebrar físicamente los actos de la Congregación, pero que no evita que, como comunidad cristiana, nos unamos en oración y comunión a través de estos medios que se proporcionan.
Carta del Hermano Mayor a los miembros de la Congregación